Y entonces presenté mi primer libro
Ya estaba todo listo para la presentación, la sala, los presentadores, el vuelo, el hotel reservado. Pero cuando comencé a empacar, me asaltó una pregunta: ¿qué ropa voy a usar?
Tengo por lo menos cinco años subiendo y bajando de escenarios en los que debo llevar un disfraz de ejecutiva. Traje sastre, vestiditos, tacones, lipstick. Pero el escenario de la FIL era para presentarme a mí: ¿qué ropa usar?
Una camiseta vieja, mi saco negro, jeans y mis dr marteens. Mi ropa favorita. No usé maquillaje, no me peiné siquiera. Quería presentarme como la Érika que soy porque, lo entendí en ese momento, era la primera vez que me presentaba a mí misma.
Llegamos Juan José y yo alrededor de las 10:30am a Monterrey y tuvimos una primera escala para conocer las nuevas oficinas de Mariposas AC. Yessica, una excompañera de AE, se ofreció a recogernos en el aeropuerto y nos llevó a las oficinas en el Obispado. Me dio un gusto enorme ver a Yessi y luego a Anny, a Rosy, a Mariana, Andrea, Marisol... Mariposas fue una organización con la que conviví durante mi estancia en Monterrey y nuestra relación se volvió cariñosa y cercana, casi familiar. Anny nos preparó el desayuno mientras platicábamos de sus nuevas oficinas y sus nuevos proyectos. Me sentí orgullosa al ver cómo ha crecido su organización.
Fuimos al hotel para dejar maleta y refrescarnos un poco, y un par de horas antes de la presentación llegamos a Cintermex.
Busqué el stand de Escritores Independientes. Pasillo 1, stand 9.
-¿Tú eres Luis Eduardo?
-Sí, pero si tú eres Érika yo no soy Luis Eduardo.
Mi paquete de libros no había llegado. DHL me llamó para decirme que no hubo nadie en la dirección que me había dado Luis Eduardo, de modo que los libros que llevaba en mi maleta eran los únicos que había en Monterrey en ese momento.
Luis estaba avergonzado. Cuando superó la pena, comenzamos a hablar de la presentación y me explicó como sucedería todo. Subí a conocer la sala. Todo estaba en orden: la mesa, el micrófono, las sillas. Me relajé.
Bajamos a tomar una cerveza y comimos algo. Juan preparó algunas notas, yo revisé nuevamente los textos que había elegido para leer ahí mismo.
A las 4:20pm entramos a la sala y ya estaban ahí unas diez personas. Era una sala pequeña, con treinta sillas. Comenzaron a llegar más personas, unas veinte en total y, en punto de las 4:35pm comenzamos la presentación.
Una chica con piernas infinitas, leyó la semblanza de Juan José Díaz Infante, director del Festival Play!, y después la mía; una semblanza que no decía nada de la SEP, ni de AE, ni de los proyectos educativos que había hecho en los últimos años, era un texto sencillo que se enfocaba a describirme como autora, tal como está en este perfil de blogger.
Juan comenzó a hablar. Explicó en qué consistía el Festival Play! y cómo fue que Querido Qwerty se integró como parte de las obras de la edición 2012. "Desde hace tres años, Play se ha dedicado a discutir los diferentes significados de la palabra Play en español: jugar, tocar un instrumento, obra de teatro, dar play en un video, etcétera. Este año, el tema fue "silencio, poetas invisibles: el teléfono celular como interfaz de la realidad" y se buscaba mostrar diferentes manifestaciones artísticas por medio del teléfono. Así nació la idea de hacer literatura a través de códigos QR.
Después Juan dijo un montón de cosas lindas sobre mí, del personaje de Kika, de lo íntimo de Querido Qwerty y de los textos que juegan con las palabras... "Esta es una propuesta artística de Érika, es un libro íntimo, de una chica que tiene su realidad desconfigurada y por eso está en códigos. Y si quieren saber el final les diré que Kika y Érika son la misma persona".
Yo lo escuchaba y observaba a los invitados, todos atentos. El ambiente de la sala era más bien cercano, había comentarios, preguntas, una conversación cariñosa entre el público y los presentadores.
Cuando tomé la palabra agradecí mil veces a todos por estar, por creer, por leer. Pero especialmente agradecí a Juan José por la oportunidad de ser parte de Play y por llevarme a pensar en estas nuevas posibilidades de las letras y el juego. Qwerty es un juguete más que un libro. Y eso es más cercano a lo que soy como escritora.
Comenté brevemente mi parte de la historia al escribir Qwerty. Luego expliqué cómo se descarga la aplicación de QR y con mi iPad hice un ejemplo tomado directamente del libro que tenía en mis manos.
Elegí cuatro textos para leer:
P de Partido de fut (en la P de Pensamientos Papalote) a propósito de estar en Monterrey
Los comentarios fueron amables y cariñosos (cariñosa es la palabra que he elegido para describir esta primera presentación en Monterrey). Mucho se habló de la forma -imposible no hablar de los QR- pero al final, una chica desconocida, Diana, celebró los textos y el estilo y eso me dejó todavía más contenta.
¡Firmé libros! Una fila de personas se formó frente a la mesa. Fue una cosa muy rara. Firmas y fotos con conocidos y desconocidos y mi Qwerty en las manos.
Al salir de la Feria, un par de horas después, llevaba una alegría interna que iba más allá de la emoción de haber presentado un libro, mi primer libro. Era más bien la emoción de estar llena de mí, de ser yo, de tenerme de regreso y de nacer, otra vez, a los 30 años. Con todo y mi ropa favorita.
Con Luis Eduardo García, en el stand de EICAM
En la presentación con JJDI
Btw: tenía agua Bonafont
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Love u!