Un recuerdo de mar

"Si tomamos una ola, la escogemos con pinzas entre todas y nos fijamos atentamente en su personalidad de ola, en su perfil preciso y su manera de hacer la curva que la vuelca hacia dentro de sí misma y le medimos los decibeles que va desenvolviendo y la cauda de espuma y el diámetro de cada burbuja que la forma, cada línea de su hidrógeno doble que se revuelca y juega con pulseras de sal, con esa gracia exacta y con esos colores, dios, esos colores, con esa forma suya de rendirse. Esa ola es una vida singular.
Mira cómo se rompe y se va declinando como la rosa rosa en el latín, cuánto dura, es como un enunciado que ya no puede desliarse en los labios, otra ola la está sustituyendo y se va levantando de sus cenizas líquidas. No es la misma, pero es otra ola. Claro, el mar sigue, impresionante, gastando sus orillas con ese gesto azul de capital eterno. Pero esa ola, la nuestra, jamás volverá a repetirse."

La ola,
Eduardo Casar

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