Sueño del test en los headquarters y la serpiente
He soñado dos noches consecutivas con mi abuelo y mis padres. No recuerdo haber soñado nunca con mi abuelo, pero no tengo duda de que fue él y estaba muy clara su presencia. Me llevaba en una camioneta de un lugar a otro, a comprar cosas, a prepararme para algo. Estaba también mi prima Lorena. Era una imagen de antes, de cuando éramos niñas. Hablaba con él en el sueño con un poco de miedo, siempre me impuso autoridad su presencia y le decía algo como "Lorena quiere ir a tal lugar, entonces nos bajaremos aquí y te veremos en la esquina de Cuauhtémoc y Eje siete" la esquina de Cuauhtémoc y Eje siete, eso sí que lo recuerdo bien. Recuerdo incluso que mi mente en el sueño visualizó esa esquina. Y ahora caigo en cuentra de que esa esquina fue la misma donde donde viví el temblor de 2017, justo atrás de Plaza Universidad. Porque Cuauhtémoc, de ese lado, es avenida Universidad. Me acaba de volar la cabeza.
Soñé que Montse me curaba en un temblor.
El sueño de ayer fue como una continuación de aquel con mi abuelo. Mi mamá me llevaba a un concurso de "conocimientos" algo así, similar a los que iba cuando era niña, estábamos en un lugar neutral, un punto de encuentro con otras personas y me decía que me pusiera una camiseta blanca con letras de colores, fue muy específica con la camiseta, ella misma me la dio —dijo que me había visto con esa camiseta, sentada, con el pelo suelto, como si hubiera tenido una visión de mí antes y necesitáramos replicar exactamente ese mismo momento— dijo también que me bañara y que ella me encontraría después.
Era tarde, había un tipo que estorbaba en el sueño, en la historia, en el tiempo, pero pronto se fue. Me bañé con prisa en una regadera que tenía algunos hongos en el piso. El cuarto de baño era pequeño y desproporcionado, con el piso inclinado como la casa del Tio Chueco. Salimos del edificio; mi mamá manejaba la camioneta y en el reloj del tablero leía 11:33 am. Mi cita era en "Celaya" a las 12:30 pm íbamos con el tiempo exacto. Alguien más iba con nosotras, pero no recuerdo quién era.
Al llegar entraba a un salón, eran muchos salones blancos con azul como una escuela pública, estaba ahí Paola Maha, me decía que mi poder era que yo era médium y que podía hablar con los espíritus a mi alrededor, que ahí mismo estaba Einstein y podía usar sus ideas. Hasta en el sueño me pareció una exageración y me reí. Sí, algo tengo de eso, pero lo canalizo de otra forma, es como si pudiera ver las burbujas de pensamientos que están alrededor de las personas, y yo pudiera meterlas a un tubo, darles forma y entregarlas con una forma definida (como con el tarot, con los textos, con la voz). Una máquina que ingresa datos y traduce información.
Se hacía de noche, caminaba por la playa y una víbora me mordía en el pie derecho. Sentía el dolor, los dientes y el calor del veneno propagándose por mi empeine. Empecé a caminar hacia el edificio de los salones buscando ayuda; casi al llegar un chico me ayudaba, un joven moreno que me sostenía mientras yo cojeaba. Me decía, para tranquilizarme, que esas víboras no hacían nada pero yo ya estaba tranquila; sabía que había sido una víbora de campo, que la molesté sin querer y ella sólo reaccionó. En el edificio mi papá me esperaba para curarme, abría la puerta de "su consultorio" como aquel que tuvo en Cuernavaca, y ahí estaba él listo para cuidarme.
Este sueño fue una recreación, pero fue muy real. Me llevaron a los headquarters a reorganizar cosas. Reordenar cosas. Ya otras veces he soñado con ese lugar. Eran ellos, mi abuelo y mis padres, pero sin emociones, como si fueran botargas de ellos. Tal vez sus almas ya no pueden mostrarse con forma, y entonces se ponen esos disfraces de ellos.
Sé que hice el test con éxito. Con la camisa blanca de letras de colores, con el pelo suelto. El trámite está hecho. Mi abuelo me llevó ahí, mi madre me preparó, mi papá me curó. Algo están haciendo conmigo y me encanta. Gracias.
Hoy es cumpleaños de Fer. 34, el 7, la casa. La reina de copas.
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