Anoche soñé...

... que paría un bebé. No fue un parto sangriento y lleno de gritos y doctores. Fue un parto natural y exprés, sin dolor en absoluto, en una casa antigua que atendían unas mujeres muy jóvenes, quizá novicias de algún convento.

... que mi madre aparecía con una tíay me mostraban un album con fotos de Nueva York y yo me emocionaba pensando que pronto estaría ahí.

... que el bebé no aparecía por ningún lado. Mi angustia, sin embargo, era que no sabía si había parido un varón o una niña. Preguntaba a todos por el sexo de mi hijo y todos me mostraban fotografías de diferentes países.

... que Montaña llegaba y después de una breve discusión me abandonaba por haber tenido un bebé. Y me insultaba. Recuerdo que lo despedí con una cachetada. Y por la puerta seguían llegando tías a mostrarme fotografías del Mediterráneo y de Tailandia.

Amanecí muy triste y preocupada aunque dicen que soñar con partos y bebés es señal de un nuevo inicio.

¿Por qué soñamos? ¿Para qué?

Pienso en "La noche boca arriba" de Cortázar.

Misterios de humanos desocupados. He estado algo susceptible, me siento en crisis de existencialismo adolescente.

Ya basta, adiós.