Qué es la niñez


Todos los días voy a comer a casa de mis vecinos.
Estoy “abonada” ahí, como dicen en Xalapa cuando se refieren a las personas que pagan sus comidas por adelantado en los restaurantes de comida corrida.
Comer con ellos es de lo mejor que me ha pasado en esta ciudad. Una vez le dije a Alfredo, el esposo de mi vecina, que la comida era una de las más grandes preocupaciones de mi vida, y se lo decía en serio, sin exagerar. Desde que empecé a vivir sola, hace como cuatro años, no había un solo día que pasara sin que me hiciera la pregunta ¿y qué voy a comer hoy? El desayuno y la cena entre semana se resuelven con papaya y quesadillas, pero la comida tiene que ser buena siempre, no importa qué.

Blanca y Alfredo viven muy cerca de la oficina, a tres casas de la mía, y como tienen dos hijos pequeños la comida tiene que ser sana y rica.
Me gusta convivir con una familia, sobre todo con los niños. El mayor tiene cinco años y se llama Sol y el menor es Nicolás de año y medio. Sol es mi favorito, tiene el pelo chino y rubio y usa lentes, como Harry Potter, dice. (J. K. Rowling salvó a muchos niños cegatones de los malandrines de la escuela cuando le puso anteojos a ese personaje).

Un día que estábamos comiendo juntos, sopita de verduras y pechugas empanizadas, con ensalada, Sol preguntó ¿qué es la niñez?. Suele soltar esas preguntas así, de la nada. A su edad quiere entenderlo todo y cuando no obtiene respuestas busca sus propias interpretaciones de las cosas y luego las suelta también así, de la nada.
Esa tarde, la orgullosa tía Kika le explicó a Sol qué era la niñez:
La niñez es una etapa que vives cuando eres niño, le dije. Pero su cara siguió con un signo de interrogación. La tía Kika se esforzó entonces por encontrar una explicación más clara, los padres me observaban con expectación, como diciendo, ándele vecina, échese ese trompo a la uña:
Cuando eres niño, vives la niñez, le dije a Sol, cuando eres joven, vives la juventud; cuando eres adulto, vives la adultez; y cuando eres viejo vives la vejez. Todas esas son etapas de la vida, ¿ves?

Sol me escuchó muy atento y luego se quedó quieto viendo al frente. Su mano estaba inmóvil sosteniendo el tenedor. Yo estaba fascinada imaginando cómo su cabecita de pelos chinos estaba ordenando las ideas, conectándolas en su pequeño mundo-en-construcción con ideas complicadas de los adultos. De pronto asintió con la cabeza y después de varios segundos en silencio volteó para decirme: entonces cuando te mueres es la morez.

Y con una gran sonrisa de tía orgullosa, le dije sí, es la morez. Algún día descubrirá que esa etapa no existe, pero me niego a ser yo quien se lo diga.




.
Imagen: Estación de autobuses en la 42. NYC. Foto: Kika

Comentarios

Entradas populares