Otro viaje


Estoy en la Ciudad de México y, de nuevo, tengo esta sensación de estar de paso.
Lo supe el fin de semana.
Cada vez que llego a una ciudad nueva tengo la misma sensación. Sucedió en San Miguel, en Xalapa, en Monterrey y ahora aquí.
¿Algún día sentiré que la ciudad en la que estoy es la ciudad donde viviré muchos años?, ¿algún día echaré raíces?
No sé cómo se crea el arraigamiento. La antropología no lo resuelve. Adriana dice que el arraigo se logra cuando uno encuentra algo en común con el lugar, cuando comienza a sentir que pertenece ahí. ¿A dónde pertenezco yo? ¿Qué lugar para mí tiene algo en común si todos parecen tenerlo? (Ahora recuerdo un texto que Sergio una vez me compartió: Cities and ambition.)

Hace unos días una amiga (que me da gusto llamar amiga) me preguntó cómo me imaginaba en cinco años. Me advirtió que le incomodaba siempre hacer la pregunta pero aún así me la hizo y luego me dijo que describiera una escena. El ejercicio me gustó de inmediato. Le describí algo como esto:
Estoy en la playa, en una casa que tiene una terraza de madera con una hamaca y se ve el mar, hay arena al abrir la puerta. Uno de mis hijos corre atrás de mí, o enfrente de mí. Tengo un hombre que va a estar conmigo toda la vida, y es una casa pequeña, un estudio, abierto y con mucha luz.
"Puede ser una casa que tengas en la playa, no precisamente donde vivas" agregó ella y yo dije que claro, que seguramente. Luego mi amiga me describió su escena, una mañana bellísima y, sin titubear, dijo que era aquí, en esta ciudad. Estábamos en una esquina de Ámsterdam cuando me lo dijo, en esa Ámsterdam de las Llamadas de Ámsterdam de Villoro. Un libro que desde el domingo ya no es mío.

Estoy segura que me gusta México, es una ciudad fascinante. Y tan contenta estoy de haber llegado que siento que la gente me sonríe en la calle y hasta veo el cielo azul. Pero no sé cuánto tiempo estaré aquí. Acaso esto le sucede a todos y no tengo por qué sentirme especial.

Lo que sí he notado es que últimamente me he vuelto tan poco aprehensiva -lecciones de la vida nómada- que cada vez me siento más parte de todo y menos parte de algo.
Vila Matas, en el libro que leo ahora dice que "los viajes sólo nos llevan hacia nosotros mismos".
Supongo que éste, entonces, es otro viaje hacia mí misma.
Y ya.






Blanca dice que cuando Nico pregunta por mí -mi Nico que extraño tanto- él solo se responde y dice: "Kika pshhhh" y con su mano que ha crecido apenas dos años simula un avión.




Imagen: Avión de papel

Comentarios

Miss B. ha dicho que…
Más parte de todo y menos parte de algo...
¿Cómo diste con las palabras exactas para describir mi sentir actual?

Entradas populares