Rescue me!



"...las ideas no pueden ejecutar nada. Para la ejecución de las ideas hacen
falta los hombres que pongan en acción una fuerza práctica"
Karl Marx, La sagrada familia

Hace unos días platicaba con una amiga sobre la posición de “denunciantes” que han adquirido los medios de comunicación y de lo que ha sucedido a partir de que comenzaron a hacerse públicos los tesoros de la caja de pandora que es México.
Hablamos mucho de tema, pero a grandes rasgos concluimos que en la denuncia hay cierta pasividad y sería importante que los medios comenzaran a tener una participación más activa. Hay algunos que están en el camino.

Lo que sucede en este proceso de conocer las noticias es más o menos esto: la gente se entera de que le han visto la cara mil veces; la gente se enoja, la gente reacciona, la gente se resigna, la gente olvida, y así mil veces hasta el fin de los tiempos. El problema que veo ahora, es que los medios nos han instalado una y otra vez en la primera y la segunda etapas: la gente se entera de que le han visto la cara, la gente se enoja; se entera de que le vieron la cara otra vez, otra vez se enoja; le ven la cara otra vez, otra vez se enoja.

Muy pocas veces hemos tenido tiempo de cruzar el limbo del encabronamiento y pensar las noticias, de limpiarles la mugre y descubrirlas, para finalmente reaccionar y seguir el proceso. Justo en el momento en el que estamos reflexionando sobre una noticia ya hay otra que nos ha enfurecido y luego otra y a la mañana siguiente otra. Y entonces las reacciones, si acaso llegan, son inmediatas y pendejas, como las que tiene la gente enojada: declaraciones, plantones, marchas, secuestros de casetas o lo peor, nada; apatía e indiferencia.

Ninguna de esas reacciones es estratégica. Necesarias sí; son válvulas sociales que regulan la olla exprés en la que todos vivimos. Pero nada más. Lo que hace falta es pensar en cómo llevaremos a cabo acciones concretas, viables e inteligentes como sociedad –persona por persona, ciudad por ciudad, estado por estado- que contribuyan a un verdadero ajuste sistemático. Hoy puedo decir que estamos muy lejos de eso, aunque algunos optimistas insisten en que ya "estamos haciendo algo". ¿En México? Estratégicos Antanas Mockus en Bogotá, Muhamad Yunus en Bangladesh. ¿Aquí quién/quiénes?

Escuché ayer en la radio que una mujer hablaba de que la estrategia de comunicación del gobierno a través de los medios no está siendo efectiva; se refería específicamente al tema de la seguridad y dijo que más allá de mostrarnos una imagen de “seriedad” que nos haga pensar que “se está haciendo algo al respecto” o que se está “ganando la batalla” lo que logran los medios es pintarnos escenarios hollywoodenses con helicópteros y armas de fuego que no muestran nada claro y nos dejan llenos de dudas. Estuve de acuerdo con esa voz de mujer que no supe quién era. Las dudas hacen que la gente se cree historias y lo único que sí está claro es que las historias que se están creando con tantas noticias de muertos no son buenas y estamos empezando a tener miedo.
Si lo que necesitamos es pensar-hacer, el miedo es el peor de los obstáculos.

Me da un poco de hueva escribir de esto porque cuando uno solo empieza a proponer soluciones suena idealista. Pero aquí estoy publicándolo y eso significa que también me vale. A estas alturas ya muchos pasamos por un montón de las etapas del idealismo. Ya reaccionamos enojados y fuimos a veinte mil manifestaciones, ya organizamos conciertos de rock a beneficio de los pobres, ya publicamos fanzines contraculturales, ya fuimos periodistas y escribimos reportajes y entrevistas “denunciantes” en los diarios, ya nos frustramos porque no pasa nada, ya nos sabemos diminutos en todo esto, ya sabemos que somos insignificantes, ahora trabajamos en una ONG y aunque estamos seguros de que no vamos a cambiar las cosas, también ya decidimos que nos vamos a morir en el intento. Activistas insufribles. Ternurita.

Una vez leí que lo que potencia la gestación de un movimiento social (artístico, politico, económico, ciudadano, etc.) es la congregación de un grupo de personas con las mismas ideas, en el mismo lugar, al mismo tiempo. El artículo recuerdo que ponía como ejemplo a Florencia; decía que fue la capital del arte en el siglo XV porque ahí coincidieron y se reunieron los artistas; y los artistas que no estaban en Florencia fueron a Florencia y se nutrieron unos de los otros. Decía además que Leonardo y Miguel Ángel aún con todo su genio, por sí solos, no hubieran logrado poner a Florencia en la historia del arte, pero todos juntos sí que lo hicieron.

Desde que era adolescente idee la teoría de las abejas para ejemplificar mi búsqueda personal. La teoría de las abejas no es más que el video de Blind Melon, No Rain, en el que una niña disfrazada de abeja es rechazada en un concurso de talentos, luego se pierde en la ciudad, buscando a otros que la comprendan y cuando está a punto de darse por vencida encuentra un jardín lleno de otras abejas iguales a ella y es feliz. Oh, oh oh ooooh, so stay with me and I'll have it made.
Desde entonces me he visto como una abeja buscando a otras abejas, y aunque me he topado con algunas, también perdidas, cada vez se vuelve más complicada la reunión de todos porque ahora resulta que ya han hecho vidas con esposas, con hijos, con trabajos y créditos hipotecarios. Además a algunos les interesa salvar el medio ambiente, a otros la salud, la educación, etc. Ya no queda tiempo ni energía para seguir buscando. Las abejas se quedaron guardadas en su sueño individual, como yo estoy ahora en el mío.
Claro que no todo está perdido, tenemos la esperanza, como en toda caja de pandora, y tenemos el internet y otras herramientas posmodernas y locochonas. Además no dudo que todos los días las abejas pensemos que encontraremos ese jardín. Al menos yo lo busco activamente, lo busco de verdad. (Y en el camino pido fuerza para no rendirme, como hizo la abeja vocalista de Blind Melon, Shannon Hoon, que se dio por vecida y se suicidó con cocaína a los 27 años).

La vida es un ying yang. Ni todos los malos son tan malos ni todos los buenos son tan buenos. Y ambos convivimos en el mismo espacio. A veces del lado ying, a veces del yang. La clave está en coincidir del mismo lado al mismo tiempo y sentarnos, con un buen cafecito por favor, a pensar y a compartir ideas que desembarquen en acciones concretas. Pero eso tan simple es tan difícil.

Mientras tanto ya sé que este texto tampoco es estratégico, que no va a resolver nada ni va a ningún lado. Ni modo. Es así. Lo comencé a escribir para aprovechar el tiempo mientras volaba en un avión, pero a estas alturas también comprendo que mis acciones estratégicas deben ser otras. Y me urge.
Por cierto, cuando apagué la laptop, en la radio del avión empezó a sonar Rescue me, como si fuera para mí. Me dio mucha risa.
Y bailé, claro.




Justo unos días después de escribir esto, la comandanta Daniela, la misma amiga con quien hable de este tema, dejó en su muro de FB esta nota.
EL PAIS: Séneca, México y la falta de rumbo
No estamos solas en el mundo ¿eh?




Imagen: help

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola!, es muy grato poder leer palabras que me reconfortan y que me hacen cada vez "gritar" que no estoy en el camino equivocado; y que además habemos un gran puñado de personas en el mundo que andamos en el mismo camino

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