Contrabajo


Antes de sentirme desgraciada por la distancia infinita que hay entre tus labios y este asiento de teatro, comienzo a desaparecerlo todo. Todas estas personas desaparecen como si una mancha oscura las tragara. Luego se desvanece el escenario, el piano, la batería, el saxofón. Y la melodía se silencia conforme todo desaparece para dejarte a ti conmigo, con tu contrabajo.
Te ilumina una sola luz, y es dorada, y nace de esta oscuridad que nos hace sentir que no hay nada más en este momento; que esto es todo el mundo y todo el universo.
Siento tus dedos en mi abdomen, tocando mi ombligo, y escucho tu voz que tararea notas para volverme musical. Me abrazas por la espalda, levantas mi brazo y posas tus dedos de caracol ermitaño en mi muñeca, sintiendo mi pulso, asegurándote de que sigo latiendo. Tu cabeza está en mi cuello, y me besas y me cantas al oído las notas que tocas con cuerdas imaginarias en mi piel, notas que vuelan alrededor de ambos como las golondrinas en las cuevas, mientras yo adentro estallo como un campo de trigo y siento que miles de esporas me sonríen y flotan dentro de mí como astronautas.
Soy la modelo de Man Ray, soy tu instrumento.
Y de mí brota tanta música que ya no sé si quiero ser mujer de nuevo.




Niels-Henning Ørsted Pedersen - Samba Petit 1994





(Fantasías inevitables de los conciertos de jazz. Y últimamente hay tantos.)
Imagen: contrabajo
Los videos son cortesía de Luis Barria. Gracias.

Comentarios

Entradas populares