Todo se mueve

Todo se mueve. La gente se va, otros se quedan, regresan, pero los más se van. 

Y entonces un día estamos solos. 

Tenemos amigos, estamos rodeados de personas que queremos, pero esa gente, poco a poco, pasan los años, y se va. 

Nosotros nos vamos. Nos fuimos también de alguien.

Nos mudamos, cambiamos de intereses, de pareja, nos divorciamos, nos casamos. 

Las abuelas se mueren, las tías se mueren, los padres se mueren, los amigos se mueren. Morimos nosotros. 

Yadur se fue, se mudó. Me olvidó. 

Xóchitl se fue. Se casó. Me mudé. 

Natalia se fue. Me fui, nos fuimos. 

Mis vecinas se fueron, me fui, me mudé.

Mis compañeros de la oficina se fueron. Me fui, renuncié. 

Mis primos crecieron, se fueron, se casaron.

Regresaron amigos. La vida. Todo se mueve.

Llegaron nuevos amigos, muy pocos, que han decidido estar. 

Los que se quedaron ¿hasta cuándo? Los que no se van ¿hasta cuándo?

Gente que llega, saluda y se va. 

Personas con quienes pasamos una pizca de vida y se van. 

¿Y los apegos? ¿y el amor? ¿Cómo hacer para no irme? 

¿Cómo hacer para no dejarlos? ¿para que no me dejen? 

Todo parece un truco. 

Dios es un mago cruel. 

Imagen: Patio del Centre Pompidou. París, 2012. Foto: Kika