
Para la mujerdelavión
No sirven para nada las monedas de diez centavos.
Mucho menos las de cinco.
Entonces tírelas a la calle y devuélvales la dignidad.
Algún día alguien desdichado la encontrará y dirá:
"Oh, una moneda de la suerte".
Y la moneda será feliz para siempre jamás.
Comentarios
LV
Te mando un abrazo grande!